¿Es para ti la bicicleta fixie?

Bicicletas fixie: qué son y por qué están de moda

Preludio: No parece buen momento para ponerse a hablar de bicicletas. Este fin de semana, El Ideal ha hecho noticia la Plataforma en contra del carril bici en Almería y  el tema ha sido trending topic en las redes y en las calles. Ayer, en la terraza de un bar, escuché a una fina señora (150 kilos cargados de odio): Yo no sé la mierda moda ésta de los carriles bici. Que se hagan los carriles bici en los cojones y se gasten el dinero en otra cosa [sic].

En True Surfing amamos el riesgo, desde luego. Por eso esta semana celebramos ¡LA SEMANA BIKE! (así, con signos de exclamación y todo). Y hoy toca hablar de bicicletas fixies y así será:

Qué es una bicicleta fixie

Una bicicleta fixie no es más que una bicicleta urbana de piñón fijo, con una sola velocidad y sin frenos: esto es, una bicicleta reducida a su mínima expresión. Por el piñón fijo, los movimientos de la rueda trasera&cadena&pedales dependen entre sí. Esto significa que el pedal dará vueltas siempre y cuando la rueda esté en movimiento (al carecer de piñón libre, la bicicleta tiene que pararse si los pedales no se mueven) Por la misma razón, es posible pedalear marcha atrás.

Para frenar hay varias opciones, aunque si no eres acróbata lo “más sencillo” es hacer fuerza hacia atrás con los pedales, a contrapedal. Así consigues bloquear la rueda trasera, puesto que sin movimiento de pedal no hay movimiento de rueda. Más o menos como lo hace este hombre, aunque no tienes por qué encaramarte tanto a la proa. Puede hacerse de pie o sentado, lo importante es cogerle el tranquillo a la técnica porque, al pararse la rueda trasera y mantenerse la delantera en movimiento, habemus derrape.

httpss://www.youtube.com/watch?v=FkoYWHvMQl8

Mas no te preocupes, querido amigo. Las fixies son bicicletas que parten de lo básico, pero son customizables y se hacen al gusto del cliente. La mayoría opta por añadirle frenos en la rueda delantera para facilitar el asunto.

La bicicleta fixie: la auténtica bicicleta

A estas alturas habrás observado que una bicicleta de piñón fijo es muy diferente a lo que andamos acostumbrados. Es una máquina muy básica, sin comodidades, y por eso es normal que nuestra primera experiencia con una de estas bicicletas sea “rara”. Es difícil, si no se ha probado antes, pedalear todo el rato y frenar de esta forma tan primitiva. Lo cierto es que para montar una fixie hay que saber hacerlo, y por eso es la opción elegida por mensajeros, acróbatas y ciclistas urbanos ya curtidos en mil caminos.

En definitiva, una fixie es volver a los orígenes de la bicicleta. Por esa razón, para muchos de nosotros conducir una bici con piñón fijo es análogo a cocinar con fuego de leña, acostumbrados como estamos a las bondades del gas y la electricidad. Sin embargo, sospechamos –y sabemos– que, aun la incomodidad y el trabajo extra, el sabor de los alimentos cocinados con fuego natural no es el mismo: es mucho más auténtico.

Ella habría elegido el piñón fijo.

Ella habría elegido el piñón fijo

Es esa autenticidad la principal ventaja que defienden los fixeros. Y lo auténtico se traduce en moda por su:

  • Ligereza y velocidad → Son bicicletas light. Al carecer de marchas, frenos y otros componentes, la bicicleta pesa una miajica. El resultado es un aparato ligero y muy veloz en ciudad. Con tales características, no es de extrañar que los dioses mensajeros de Nueva York popularizaran su uso.
  • Sencillez → Menos componentes = menos averías = mantenimiento más barato
  • Diversión → Una vez que se aprende a circular con la fixie, obtenemos la recompensa de un viaje más entretenido que requiere mayor concentración y control.
  • Conexión → Entre el ciclista y la bicicleta, el piloto y la máquina. La rueda sólo se mueve si pedaleas, así que la sensación de control es total.
  • Diseño → Responde a un patrón estético muy de nuestro gusto: alternativo, retro, minimalista… En la mayoría de los casos, mantiene el cuadro diamante propio de las bicicletas de carreras y las de diseño british, con el sillín a la altura del manillar. El diseño es urbanita y muy tuneable: puedes elegir el color de ruedas, llantas, bielas, cadenas…

Fixie de 1900

Fixie de 1900

Fixie actual

Fixie actual

A ellas no les gusta la gasolina

A ellas no les gusta la gasolina

Una alternativa: las bicicletas flip-flop

Para los que gustan de la cultura y estética fixie pero no se atreven a dar el paso definitivo, están las bicicletas flip-flop. Se trata de bicicletas 2 en 1, con doble piñón, uno fijo y otro libre. Así podrás optar entre el modo “piñón fijo” (una fixie pura) o el “piñón libre” (monomarcha o single speed). La idea es más o menos simple: la rueda trasera tiene un buje con dos piñones, uno a cada lado, y para ‘cambiar de modo’ sólo hay que sacar la rueda, darle la vuelta y volver a colocarla con el otro piñón.

Las flip-flop tienen las ventajas de las fixie (sencillez, ligereza, estética) pero con un valor añadido: si no terminas de ‘hacerte’ a pedalear all the time, siempre puedes volver al piñón libre. Eso sí, con una única velosidad.

¡Ándale!

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